4 Señales de que debes despedir a tu jefe y convertirte en emprendedor

Este artículo fue escrito por Micha Kaufman Co-fundador y CEO de Fiverr en el Blog de Forbes
¿Estás listo para despedir a tu jefe? Tal vez deberías hacerlo y nunca se te ha ocurrido. La gran ironía es que muchos nacen con el espíritu “freelancer” pero se encadenan a sus trabajos de 9 a 5 con cadenas de oro – y nunca se dan cuenta de su propio potencial. Como un emprendedor serial apoyo profundamente la búsqueda de autonomía de los freelancers. Pero, como la historia de feroces batallas lo ha demostrado, la independencia no es fácil de conseguir.

Para tener éxito en la transición para convertirte en un emprendedor de tiempo completo, todos deben trabajar arduamente y realizar enormes sacrificios. Sin embargo, muchos son más aptos para ese gran salto. ¿Eres proactivo, intrépido, y suficientemente organizado para lograrlo? Aquí tenemos 4 señales de que tú ya tienes lo que se necesita para firmar tu registro de salida para siempre y alcanzar independencia financiera:

1. Llevar un registro de contactos y dar seguimiento con completos extraños

¿Estás conectado con gente que casi no conoces en LinkedIn? Buen comienzo ¿Te comunicas con ellos con regularidad? Aún mejor ¿Realizas felizmente llamadas y visitas personales para fomentar negocios para tu compañía? Bien, eso amerita una estrella de oro. La valentía social no se enseña en la escuela, pero debería. Es absolutamente esencial para cada aspecto hacer distintas conexiones, desde enrolar potenciales inversionistas en tu visión de negocio, hasta convertir prospectos llamativos en clientes a largo plazo.

Los emprendedores que definen su red estrictamente por la gente que conocen – y las conexiones de esas conexiones – se están limitando a sí mismos seriamente. Olvídate de los seis grados de separación. Muchas veces no existen trazos entre las personas que necesitas y tú, y el establecimiento de esa relación caerá sobre los hombros de tu propia frescura y habilidad para romper el hielo.

2. Trabaja todo el tiempo, pero nunca hables de lo mucho que trabajas

Las personas que disfrutan lo que hacen, tienen la necesidad de hacerte el mártir. Y si planeas derramar sangre, sudor y lágrimas para comenzar tu propio negocio, es mejor que lo ames. Además, ningún cliente quiere escuchar a sus contratistas independientes quejarse acerca de lo mucho que trabajaron el fin de semana.

Así es que si tu ardua labor requiere de un público, deberías olvidar tus pensamientos de freelancing. Lejos de las políticas corporativas, el tiempo para estar con gente cara a cara es de las primeras cosas que desaparecen cuando comienzas a ir por tu cuenta. Evalúa tu reputación y si encuentras que tu éxito está apoyado parcialmente en las quejas que recibe tu jefe por las horas que trabajas, tal vez es mejor que te quedes donde estás.

3. Comprendes los detalles de tu plan de retiro, seguro de gastos médicos y talones de pago

Ser tu propio jefe significa tener que cuidarte solo, Tienes que tomar control total sobre todos los molestos detalles que tu compañía cuida por ahora. Llenar los reportes semanales parecerá una agradable brisa, comparado con hacer incorporaciones, facturación, mensajes pasados y darle seguimiento a las deducciones de impuestos. Si eres el tipo de personas que tiene control total de tu paquete de compensaciones y beneficios, entonces estás listo para el reto.

4. Tomas tantas vacaciones que algunas de ellas son no pagadas.

Para el ojo no emprendedor esto puede parecer negativo. Pero tomarte el tiempo libre que necesitas demuestra que valoras tu libertad por encima del dinero y amas nuevas experiencias. Estas dos cualidades son importantes en cualquier emprendedor exitoso.

Con la habilidad de hacer su propio horario y trabajar donde quiera que estén, los freelancers son emancipados de la repartición de tiempo para vacaciones que se ha vuelto una norma. Si ya has roto esas barreras y aceptado felizmente la consecuencia de un salario reducido, entonces ya has comenzado la transición para tener un trabajo independiente.

No te confundas, convertirte en tu propio jefe es un ascenso. Y como cualquiera que ha escalado exitosamente la escalera corporativa podrá decirte que los ascensos sólo se otorgan a personas que han demostrado que pueden con el trabajo. ¿Estás preparado para ser tu propio jefe? Si trabajas intrépidamente, realmente disfrutas el trabajo duro, te mantienes en la cima del mundo cuando de detalles se trata, y valoras tu libertad, entonces ya estás actuando como un emprendedor exitoso. Esto significa que el salto hacia la libertad no será tan riesgoso como piensas. Entonces ¿Qué te está deteniendo? Tu renuncia te está esperando para que la firmes.

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